gamificacion

¿Qué es la gamificación y por qué “jugar” con tus clientes es una estrategia muy rentable?

Hoy hemos venido a jugar. A jugar y a ganar. A ganar clientes, educarlos y fidelizarlos gracias a la gamificación

El juego forma parte de la naturaleza humana y nos acompaña en todas las etapas de la vida. Esta estrategia tiene un componente lúdico que la vuelve irresistible en cualquier campo que se aplique.

La ludificación convierte en juego —y en oro— todo lo que toca, y la conversión y el engagement son los premios que te llevas al implementarla. 

En este artículo vas a conocer qué es la gamificación y sus beneficios en una estrategia de negocio.

Y lo más importante de todo: te mostraré de forma práctica cuáles son las mejores técnicas de gamificación que existen, para que tú también las pongas en práctica desde hoy mismo.

¿Te atreves a jugar? Pues comenzamos:

¿Qué es la gamificación?

La gamificación, gamification (en inglés) o ludificación es una estrategia que consiste en aplicar las técnicas, mecánicas y dinámicas de los juegos en otros ámbitos diferentes, como la educación o el marketing. 

Es una técnica de engagement muy poderosa que conecta emocionalmente con las personas y con ello, consolida los vínculos de su relación. 

En un mundo donde la infoxicación, la rutina y la falta de compromiso nos atrapa, la ludificación se alza como una gran oportunidad para romper barreras y conquistar a tu audiencia de un modo diferencial. 

Para lograrlo se emplean elementos característicos del juego como puntuaciones, recompensas, la competencia con otros participantes o el sentido de comunidad. Así logras “atrapar” a tus clientes y conectar con ellos de una forma memorable.

Con esta estrategia motivas a los clientes o usuarios a interactuar contigo sin esfuerzo. Los “encaminas” hacia tus objetivos de un modo divertido y entretenido.

Aquí el truco está en incentivar lo suficiente para que los participantes jueguen porque les apetece y disfruten haciéndolo. Es lo que se conoce como motivación intrínseca.

Si solo promueves la motivación extrínseca, en la que el único motivo para participar tiene que ver con la contraprestación que les das, no siempre ganarás la partida.

Tipos de gamificación

Como acabas de leer, la gamificación se emplea en empresas de todo tipo, destacando dos tipos de enfoques diferentes, según en el ámbito en el que se implemente:

Gamificación interna

Cuando la ludificación la diriges a los empleados de tu negocio, porque buscas motivarlos e incrementar la productividad, lo que estás haciendo es gamificación interna.

Gamificación externa

Si, en cambio, trabajas la gamification para tus clientes o usuarios con el objetivo de conseguir nuevos consumidores y fidelizar los que ya tienes, esto se considera gamificación externa.

Ambas son estrategias muy interesantes, pero nos centraremos en esta última, porque es la que va a ayudarte en la captación de leads, y en la activación, fidelización y retención de clientes. Casi nada. 

Gamificación y neuromarketing

¿Cuál es el secreto del éxito de la gamificación?

La respuesta la tiene el neuromarketing, permite encontrar la fórmula para mejorar la conversión de los productos y servicios de una marca a través del estudio científico, monitorizando la conducta de los consumidores y haciendo una predicción de sus comportamientos futuros.

Dopamina al poder

En nuestros instintos más primitivos está la búsqueda del placer, y la aversión a la pérdida y al dolor

El juego despierta nuestra curiosidad y también a un neurotransmisor: la dopamina. Es la hormona de los sentimientos y del placer. 

La gamificación suele plantearse con pequeñas etapas o logros a superar. Con cada reto conseguido liberamos dopamina. 

El feedback inmediato es gratificante para el cerebro y refuerza comportamientos y acciones específicas, motivando al jugador a mejorar y avanzar.

La dopamina y, por ende, esta sensación tan placentera, provoca tres comportamientos:

  • Motivación

Esa energía positiva te invita a querer más, a estar predispuesto para el siguiente reto. 

  • Repetición

Si algo nos produce placer, desearemos repetirlo. 

  • Aprendizaje

Al ser una actividad placentera, se estimula el hipocampo. 

El hipocampo es como la biblioteca de nuestro cerebro, el enclave del aprendizaje y la memoria. 

Cuando la experiencia es positiva el hipocampo recibe un mensaje del tipo: “esta información merece ser recordada”. 

“El bibliotecario” guardará la experiencia o el aprendizaje en el cajón de “memoria a largo plazo”. 

Esto significa que la gamificación hace que entres por la puerta grande en la mente de tu consumidor.

Los juegos a menudo incluyen narrativas que capturan la atención del jugador. 

Al cerebro le encantan las historias; por lo que si combinas storytelling y gamificación la experiencia será aún más intensa y el recuerdo más duradero.

Beneficios de la gamificación aplicada al marketing

¿Qué ventajas tiene para tu empresa, negocio o marca incorporar la ludificación como estrategia de marketing?

1. Diferenciación y brand awareness

La competencia te pisa los talones. 

Desmárcate de la alienación de tu mercado. Juega con tu marca y con tu audiencia

2. Más alcance, notoriedad y posicionamiento

La ludificación lleva en su ADN la interacción y la viralidad, por tanto, es un recurso interesante a incorporar en tu estrategia de contenidos

  • Si creas contenidos que entretienen a tu comunidad y al mismo tiempo aportas valor, es probable que los compartan.
  • Además, al generar interacción los algoritmos lo interpretan como una señal positiva y darán mayor alcance a tus publicaciones. 
  • Y si lo aplicas en tu web, la gamificación va a aumentar el tiempo de permanencia de tus usuarios. Google tomará buena nota de ello y te premiará con un mejor posicionamiento SEO

Cuando en tu web, además de comprar hay que dedicar un tiempo extra para participar, la permanencia crece y eso lo premian los buscadores.

3. Mejorar la experiencia del usuario

Para ir más allá de acompañar al cliente en el embudo de ventas, es necesario crear experiencias únicas que superen sus expectativas. Un juego siempre es algo inesperado. Despierta curiosidad, interés e incita a la acción y, por tanto, a la conversión. 

Se generan conexiones emocionales, se fomenta el recuerdo y un sentimiento positivo hacia la marca. Comienza a construirse una relación basada en la confianza. 

4. Fidelización, retención y referral

Esas conexiones emocionales generan confianza, y la confianza, ventas. 

Siguiendo el mantra de que es más fácil mantener un cliente que conseguir uno nuevo, con un juego puedes potenciar la fidelización de tus clientes y su recurrencia.

¿Qué sucede si quedan recompensas por gastar o no hemos terminado un juego? El efecto Zeigarnik asegura que nos quedaremos, porque al cerebro no le gusta quedarse a medias. Por tanto, nada como un buen reto para retener y mantener en vilo a tus clientes. 

Tampoco podemos olvidarnos de la gamificación enfocado a las recomendaciones o referral. ¿Qué tal si tus clientes invitan a jugar a sus amigos? Nada como convertir a tus usuarios en embajadores de tu marca. 

5. Conseguir datos

La forma en que se comportan tus usuarios y sus interacciones… Son pistas y datos muy valiosos para conocerlos mejor. 

Te permiten dibujar a tu buyer persona y realizar segmentaciones más acertadas y reales. Todo esto se traduce en mejores resultados en las estrategias que implementes. 

6. Captación y activación de usuarios

La gamificación es una excelente manera (y muy atractiva) de captar leads. 

Pero, además, una vez los tienes en tu terreno esta estrategia es perfecta para educar al cliente, hacer que el onboarding con tu marca sea memorable y que entienda a la perfección los beneficios o el funcionamiento de tu producto o servicio. 

Solo si entiende tu propuesta de valor se quedará contigo. 

7. Requiere poca inversión

No necesitas mucho dinero para gamificar un proceso o una actividad. 

La mayor parte de las veces se trata de poner en marcha tu ingenio, e incluso puedes lograrlo sin más inversión que tu tiempo.

¿Qué objetivos persigue la gamificación?

Antes de implementar una técnica de ludificación, debes concretar cuál es el objetivo que persigues. Solo así podrás crear un juego que conduzca a los participantes hasta tu meta.

  • Promoción. ¿Quieres dar a conocer una nueva marca, servicio, app, producto…?
  • Retención. ¿Buscas que tus clientes sigan contigo hasta que te conozcan mejor?
  • Fidelización. ¿Deseas ser la marca de cabecera de tu cliente?
  • Recurrencia. ¿Te has propuesto que los compradores repitan una y otra vez?
  • Engagement. ¿Quieres un vínculo emocional para que los usuarios se comprometan más con tu marca?
  • Brand awareness. ¿Necesitas que tu marca sea recordada y reconocida?
  • Monetización. ¿Lo tuyo es incrementar las ventas, visualizaciones o descargas?
  • Obtención de datos. ¿Necesitas más información para segmentar a tus clientes?
  • Captación. ¿Quieres generar leads de calidad para tu proyecto?
  • Activación. ¿Qué tal un onboarding gamificado para que tus clientes entiendan tu producto o servicio?
  • Referral. Los amigos de tus clientes son tus amigos. Invítalos a la partida. 

Monetización en la gamificación

La gamificación es una estrategia rentable que te ayuda a captar, fidelizar y retener clientes. Esto se traduce en leads de calidad, conseguir un menor coste de captación de clientes, aumentar el ticket medio de compra o el lifetime value.

Pero también la gamificación puede monetizar de forma directa, aunque entonces, más que una estrategia, es un modelo de negocio. 

  • En estos casos, suele funcionar el modelo freemium: hay una parte del juego gratuita, y si el usuario quiere disfrutar de otras ventajas o de contenido adicional, ya ha de pagar por ello. 

Este modelo es habitual en las aplicaciones móviles. Aquí la clave está en encontrar el equilibrio en la experiencia de usuario, para que este se sienta valorado, pero no explotado. 

Por ejemplo, en la aplicación para aprender idiomas, Duolingo, se premia la constancia. 

Si te saltas la sesión del día recibes una penalización. Por suerte, están los protectores de racha, que “te perdonan la ausencia”.  Al principio, te regalan un protector para que aprecies su beneficio. Después has de pagarlo. 

Otra opción es insertar publicidad dentro de las plataformas gamificadas. Es tan sencillo como generar ingresos por clics o visualizaciones. 

Y ahora sí, llega el momento de conocer algunas técnicas y ejemplos de gamificación para que conviertas esa acción que tienes en mente en un juego con un alto potencial de conversión. 

¿Aceptas el reto?

Descifra este mensaje aunque, en realidad, es un secreto a voces: 

¿Aceptas el reto?

10 Técnicas de gamificación con ejemplos

Antes de comenzar con las estrategias de gamificación, te adelanto un secreto: si logras convertir cualquier acción en un juego, el éxito de tu acción está asegurado. 

A menudo no se trata de crear un juego desde cero, sino por ejemplo, activar una campaña de forma entretenida, pero siempre enfocada en dirigir al usuario hacia donde marcan tus objetivos.

Además, es importante que el diseño tenga aspecto lúdico, que sea usable e intuitivo y no existan puntos de fricción que provoquen el abandono del usuario.

Puedes implementar el juego en tu web, en tu tienda física o en alguna de las redes sociales, según el formato que elijas.

1. Otorgar puntos

La técnica más clásica sigue siendo muy efectiva: consiste en otorgar puntos por cada acción realizada y luego convertirlos en premios.

Debes indicar claramente cómo se consiguen los puntos y también cómo se pierden, ya que pueden estar activos durante un tiempo. Y también por qué elementos se pueden canjear.

No se han podido resistir a esta estrategia Starbucks con su programa de lealtad “Starbucks Rewards”, donde los clientes ganan estrellas por sus compras; o Domino’s Pizza en su campaña en la que los clientes acumulan “Puntos de pizza” con cada compra.

En ambos casos, luego se pueden canjear por productos o pedidos personalizados.

Otorgar puntos

2. Recompensas

Las recompensas suelen ser dinero en efectivo que se obtiene por compras o acciones, o también regalos o experiencias a los más fieles a la marca. 

Por ejemplo, puedes regalar más funcionalidades en tu servicio, en función de los años que el cliente lleve dado de alta en tu web, o según su nivel de actividad con la marca. 

Rituals te invita a un viaje muy inspirador como cliente, lleno de ventajas y beneficios para sus miembros.  En su estrategia de gamificación se respira en todo momento su branding.

Recompensas

3. Niveles

Se utilizan mucho en los videojuegos, en los que el jugador va incrementando su nivel o avanzando por diversas pantallas según su habilidad. Y esto se consigue jugando, participando o comprando cada vez más.

Algunos marketplaces y ecommerces reconocen niveles a sus compradores, y en función de ellos obtienen diversas ventajas.

Es común emplear piedras o metales preciosos para los niveles, siendo el socio diamante o el socio platino el reconocimiento más alto con el máximo de beneficios. 

O en este ejemplo de Nespresso, te va asignando niveles de conocimiento o expertise cafetero en función del número de cápsulas compradas.  De paso, te incita a la compra para que obtengas el máximo nivel, y con ello prestigio y beneficios. 

Niveles

4. Desafíos

Cada vez estamos más acostumbrados a los retos y desafíos, que se lanzan sobre todo a través de redes sociales como TikTok.

Sin embargo, uno de los desafíos más emblemáticos es el Nike Run Club, una aplicación de ejercicio que gamifica la experiencia de correr. 

Los usuarios pueden establecer objetivos, unirse a desafíos y recibir recompensas virtuales por sus logros, como medallas por alcanzar ciertas distancias o tiempos.

Desafíos

Con el tiempo la app ha ido creciendo, y no solo incluye coaches que te animan a correr, sino que hay consejos de Headspace para practicar mindfulness, y es posible integrar tu música de Spotify.

5. Fomentar la curiosidad

Los elementos diferentes, que nunca hemos visto, son un modo ideal de animar a que los usuarios prueben algo nuevo. Y es que uno de los gatillos mentales que nos animan a jugar es la curiosidad.

Volkswagen cuenta con dos estrategias de gran éxito que pretendían cambiar las costumbres del público.

Una es la papelera con sonido para fomentar el reciclaje, la otra son las escaleras piano, destinadas a que los ciudadanos cambiasen las escaleras mecánicas por las físicas para hacer más ejercicio.

6. Regalos

Recibir regalos solo por tu compra, o cuando alcanzas un importe determinado es una estrategia común. Si le añades el componente de juego, consigues una mayor interacción

Eso es lo que hizo Coca-Cola para promocionar la película de 007 Skyfall. Regalaron entradas para el estreno, pero tenías que ganártelas atravesando en 70 segundos un centro comercial lleno de retos a la altura de James Bond.

Lo sé, el video es un poco antiguo, pero es todo un clásico. 

7. Sorteos

Otro clásico es obtener participaciones al realizar ciertas acciones requeridas, que se convierten en números para un determinado sorteo.

Por ejemplo, el banco online Openbank realiza cada mes sorteos asociados al uso de una tarjeta o a la domiciliación de recibos o, en este ejemplo, para fomentar el uso de Bizum.            

Sorteos

8. Preguntas

El gran éxito del juego de mesa Trivial Pursuit y de los programas televisivos como Pasapalabra confirma que nos apasiona contestar preguntas.

La empresa de formación de copywriters Big Bang Conversion introduce esporádicamente juegos y cuestionarios en sus redes sociales, con el objetivo de fomentar la interacción y conversación con su comunidad:   

Preguntas

9. Competencia

Si tu juego permite que los usuarios que se conocen puedan ver entre ellos su trayectoria, eso genera una competencia que multiplica el tiempo que pasarán en tu web o plataforma.

Además, son un modo excelente de motivar acciones como aprender idiomas o hacer ejercicio. 

La plataforma de idiomas Duolingo confirma que los usuarios que siguen a sus amigos, tienen 5,6 veces más probabilidades de completar sus cursos de idiomas y han añadido los “Desafíos entre amigos”. 

Cada martes al mediodía, te unen de forma aleatoria a uno de tus amigos en la plataforma y recibís un desafío al azar, que debéis completar en el plazo de 5 días.

Competencia

10. Aprendizaje interactivo

Puedes enseñar cómo se maneja tu plataforma, servicio o producto, convirtiéndolo en un juego.

Es lo que hizo la plataforma de software Workplace, donde podías participar en su juego, en el que tenías que organizar al personal para atender a los clientes, motivar a los empleados o mantener los stocks al día. 

De este modo tan original, Workplace mostraba cómo funcionaban sus productos para organización de recursos humanos, ganando nuevos clientes.

Aquí te va otro reto ¿juegas?

La cosa va de adivinanzas…

Aprendizaje interactivo

Ya sabemos cómo funciona la gamificación, y hemos visto sus aplicaciones con ejemplos reales. Pasemos a la acción. 

¿Cómo diseñar una estrategia de gamificación paso a paso?

Cualquier actividad es susceptible de convertirse en un juego. 

No recurras a estrategias complicadas, lo más sencillo suele triunfar

Se trata de que definas objetivos y disfrutes del proceso. Eso sí, necesitas trabajar mano a mano con el equipo de marketing y los desarrolladores para hacer tus ideas realidad.

Define el objetivo que tú deseas alcanzar

Y concreta los KPIs con los que vas a medir los resultados. 

Esto será lo que te marque el camino a seguir al definir la estrategia de juego. Y ojo, que es fácil perder tu destino cuando te emocionas creando tu propia ludificación. 

Piensa siempre en tu buyer persona. 

Define tu público objetivo

Debes conocer a tu audiencia y saber sus gustos, necesidades… La generación a la que pertenezcan puede darte muchas pistas. Luego, crea juegos y actividades que conecten con ellos y que mantengan su interés. 

Investiga

Busca información y datos sobre el tipo de juegos que gustan al sector de población al que te diriges, para enfocarte en esa dirección. 

Y también investiga cómo gamifica tu competencia, para diferenciarte o extraer elementos concretos para implementar.

Crea el juego y sus recompensas

Aquí hay que decidir los retos, las mecánicas del juego y los premios. Aquí el design thinking puede ser un gran aliado creativo con el que diseñar la gamificación. 

Los mecanismos han de ser sencillos, fáciles de entender, accesibles a tu tipo de público y atractivos. Si además consigues algo innovador, tienes un as en la manga.

Incluye elementos diferentes

Si introduces realidad virtual, inteligencia artificial u otras novedades, generas mayor interés y te desmarcas de la competencia. Porque además de jugar, somos animales curiosos y nos encanta probar cosas nuevas.

Diseña el juego

Tu gamificación ha de tener el formato y diseño de un juego, al que añadirás tus colores, tono y valores de marca. 

Recuerda que tiene que cumplir los objetivos que te has propuesto, porque es muy tentador perderse en el proceso.

Ponlo en marcha

Lanza a rodar el juego, apoyándote en publicaciones en redes sociales, la contratación de algún influencer, publicidad, email marketing… Incluso puedes implementarlo por fases, añadiendo niveles poco a poco.

Corrige errores

Durante un tiempo deberás estar atento a las sugerencias que te hagan llegar los participantes y a los fallos que puedan surgir, duplicidades, diseño fallido… Corrige hasta llegar a la versión definitiva.

Recoge datos y mide resultados

Consulta las métricas para confirmar que el juego cumple con los objetivos para el que ha sido diseñado. 

Es el momento de obtener nuevas informaciones como el engagement del jugador, habilidades, o periodicidad de compra.

Vamos con el siguiente reto…

¿Has superado los retos anteriores? Veamos si has interiorizado algunos conceptos básicos de la gamificación con este juego de palabras cruzadas.

Es el último reto.  ¡Suerte!

(Recuerda que al final del post tienes las soluciones.) 

Recoge datos y mide resultados

Conclusión

¡Enhorabuena! Has superado los tres niveles y un post de 3.500 palabras.  ¡WOW!

Ahora ya conoces los entresijos de la ludificación. Sabes que, utilizando elementos propios de los juegos, puedes hacer más divertido y entretenido el uso de tu servicio o producto, captar leads, fidelizar clientes, generar engagement en torno a tu marca, etc. 

Al incorporar elementos lúdicos en la interacción con los clientes y en la experiencia de compra, las pymes pueden lograr un mayor compromiso y lealtad por parte de su audiencia. Y es que la gamificación se presenta como una herramienta versátil que puede impulsar el crecimiento y la competitividad, al generar un mayor engagement.

Para lograrlo es esencial comprender las preferencias y necesidades de tu audiencia, con el fin de diseñar dinámicas de juego que se alineen con tus objetivos empresariales. Y la selección adecuada de métricas también juega un papel importante para medir el impacto de la gamificación de manera precisa. 

Mi última recomendación es que mientras creas tu sistema de gamificación, tú también te tomes el proceso como un juego. Si tú disfrutas, tu audiencia también lo hará. 

¡Ah, por cierto! Estas son las soluciones a los retos:

Nivel 1— Reto del mensaje secreto: el combo de storytelling y gamificación es explosivo.

Nivel 2— Reto de la adivinanza: engagement

Nivel 3— Reto de las palabras cruzadas:

  1. Entretener
  2. Conquistar
  3. Educar

¿Cómo te ha ido? :-)Pues te lanzo un último reto: diseña tu primera estrategia de gamificación.

Ana García

Responsable de Marketing España

Una mezcla de Geek y Arty. Siempre curiosa por conocer lo último tanto en marketing online como offline, así como en nuevas tecnologías. Como SiteGrounder me involucro en todas las áreas de la gestión de la marca, desde la estrategia de marketing, contenido, relaciones públicas hasta eventos y mucho más.

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