30 Errores de venta que puedes estar cometiendo en tu tienda online y sus soluciones
Tabla de contenidos
De los errores se aprende, sí. Pero si los errores son ajenos, mejor. Por eso, hoy quiero mostrarte los tropiezos más habituales en los e-commerces y cómo solucionarlos para que no pierdas el tiempo, ¡ni clientes!
Para empezar, has de saber que la base de las ventas en cualquier ámbito es la confianza. Lo que ocurre es que en el mundo digital esa confianza cuesta ganársela.
Pero, ¿cómo conseguir que confíen en ti?
Hoy vas a ponerte en la piel de tu buyer persona, para ofrecerle una experiencia de usuario más que óptima, una presentación de tus productos y servicios irresistible, para así conquistar su corazoncito (y su bolsillo).
Así que si estás pensando en montar una tienda online, te está costando vender online y no sabes por qué, o crees que ciertos aspectos de tu e-commerce son mejorables… Estás en el lugar adecuado. 🙂
Lanzarse sin un plan de negocio
Este es uno de los errores de base más comunes. Tienes una idea de negocio, te enamoras de ella y te lanzas al vacío. Sin un plan. Sin estrategias.
Diseñar un plan de negocio no es sinónimo de éxito, pero es el pilar que precisas para construir un negocio rentable y escalable.
1. No has analizado a tu competencia ni a tu mercado
Necesitas encontrar tu “lugar en el mundo”, y en este sentido, el análisis de la competencia y del mercado es crucial.
Conocer a tus competidores te permite identificar sus fortalezas y debilidades, conocer a su público objetivo (que es el tuyo) y reconocer las necesidades no satisfechas de sus clientes.
Este proceso de investigación es vital para encontrar tu posicionamiento como marca, tu propuesta de valor, y tu factor de diferenciación.
Además, has de entender cómo funciona tu mercado, su contexto: si hay limitaciones legales, políticas, ambientales, etc., que pueden suponer un problema o una oportunidad para tu negocio.
Para ello, es recomendable que elabores un análisis PESTEL, con el que identifiques los diferentes factores que pueden afectar a tu proyecto de manera más o menos directa.
2. No tienes una propuesta de valor definida
¿Por qué deberían comprarte a ti y no a tu competencia? ¿Qué soluciones o necesidades cubres y qué te hace diferente?
Tienes que darles a tus clientes una buena razón para que te elijan. Esta razón nace de un propósito de marca.
El branding es la estrategia que te va a ayudar a definir este propósito y a construir una marca consistente, sólida y fiable.
Lo que te va a diferenciar de tu competencia no es el producto o el servicio en sí, sino lo que tu marca significa para tu buyer persona: tu misión, visión, valores y atributos, y los insights que cubres.
No compras una camiseta o un teléfono. Compras lo que te hace sentir, lo que significa para ti más allá de su funcionalidad. Y eso es lo que debes trabajar: la forma de conectar con tu audiencia, de significar.
Lo que nos lleva al siguiente punto.
3. No tienes buyer persona
Tu negocio solo necesita una cosa: clientes. Ellos han de estar en el centro de tu estrategia.
Si son ellos los que van a marcar la dirección de tu negocio, debes conocerlos a la perfección. Cuáles son sus motivaciones, preocupaciones, necesidades, problemas, cómo viven y se relacionan, etc.
Por tanto, antes de plantearte cualquier tipo de acción o estrategia, define bien quién es tu buyer o buyers persona (puedes tener más de uno).
Un buyer persona es la conceptualización semificticia de tu cliente ideal.
Y si quieres dar un paso más, haz también un mapa de empatía. Te ayudará a entender aún más a ese cliente potencial, y así poder llegar a su corazoncito.
Definir bien a tu cliente ideal es una tarea muy rentable, ya que todas las acciones que emprendas estarán bien enfocadas. En caso contrario, estarás perdiendo tiempo y dinero.
4. No tienes objetivos
Es un clásico, pero los objetivos han de ser SMART:
- Specific (específico)
- Measurable (medible)
- Achievable (alcanzable)
- Realistic (realista)
- Time (tiempo)
Aquí se trata de que te fijes unos objetivos que puedas ir superando y que te permitan ir creciendo poco a poco.
Márcate metas concretas, medibles y realistas dentro de un plazo de tiempo razonable.
5. No tienes en cuenta tus recursos y limitaciones
Un error habitual a la hora de crear un negocio online es el exceso de optimismo. Las previsiones de venta suelen ser mayores que las reales, y la lluvia de gastos te cala hasta los huesos.
Cuando comienzas un negocio, los recursos son limitados. Por tanto, has de medir al milímetro a qué destinas cada céntimo (basándote en tus objetivos) y qué retorno de la inversión obtendrás por ello.
En este sentido, el Growth Marketing es un buen punto de partida, pues es una estrategia que busca encontrar palancas de crecimiento usando los mínimos recursos en el menor tiempo posible.
El Growth combina una mindset con foco en el crecimiento, aderezado con unas buenas dosis de creatividad y psicología, experimentación y decisiones basadas en datos.
Para que no te pierdas en el proceso, y tengas una visión global de tu empresa te recomiendo que trabajes el Modelo Business Canva. Esta plantilla recoge todos los aspectos fundamentales que has de tener en cuenta para sentar unas buenas bases en tu proyecto.
Y ahora sí, con un negocio bien pensado y planificado, es hora de revisar esos detalles técnicos que pueden sabotear tu plan de negocio y el cumplimiento de tus objetivos.
Carencias en la web
Cada visita que recibes es una oportunidad que no puedes dejar pasar. No hay segundas oportunidades para una primera impresión.
Por tanto, lo primero que haremos es detectar qué problemas están afectando al rendimiento de tu web, y por ende, a la experiencia de tus usuarios.
6. El tiempo de carga de tu tienda online es excesivo
¿Cuánto tiempo tarda en cargar tu tienda online?
Más del 50% de los usuarios abandonan la web si tarda más de 3 segundos en cargar.
Sí, todo comienza aquí. Tienes 3 segundos; 5, siendo optimistas y si el usuario es benevolente.
Por tanto, ¿qué es lo primero que debes hacer?
Empieza haciendo un test de velocidad gratuito.
Normalmente, estas herramientas te indican los aspectos a corregir.
Comienza por los más sencillos de solucionar (el peso de las imágenes o videos, por ejemplo) y ve optimizando poco a poco tu sitio web.
Echa también un vistazo a los plugins y widgets de tu web, que a veces afectan de forma notable a la velocidad de carga.
7. Tu CMS te está limitando
El CMS que elijas es otro factor crucial.
Asegúrate de que es SEO friendly, ligero, que permite optimizaciones, automatizaciones, y es escalable (puede crecer a la par que tu negocio).
WordPress es uno de los CMS más populares y fiables. Para tiendas online cuenta con WooCommerce, un plugin gratuito para crearlas de manera muy sencilla, en un entorno seguro y con garantía de calidad.
¿No sabes por dónde empezar? Es más fácil de lo que parece.
Fernando Tellado te cuenta cómo crear un e-commerce con WooCommerce desde cero y paso a paso en este curso tan completo ¡y gratuito!
Nota: si ya usas Woocommerce, échale también un vistazo. Seguro que te llevas varios aprendizajes y mejoras para tu tienda online.
8. Tu web no es responsive
Puede ser una consecuencia de la elección del CMS.
La tienda online debe funcionar perfectamente en cualquier dispositivo, adaptando su diseño a diferentes tamaños de pantalla y asegurando que la navegación sea tan fluida como en un ordenador de sobremesa.
9. Elegiste un hosting cualquiera
El hosting es otro factor que puede marcar la diferencia en la velocidad de carga de tu web, en seguridad, soporte, compatibilidad y otros aspectos básicos.
Existen planes de hosting especiales para Woocommerce, para que no tengas sobresaltos en lo que a WPO y otras prestaciones se refiere.
10. Tu e-commerce está mal estructurado
Una vez superada esta primera etapa, pasemos a otro de los pilares estratégicos: el SEO para e-commerce. En concreto, a uno de los aspectos que afectará de forma directa a la experiencia de tus usuarios: la estructura y navegabilidad de tu web.
Esta estructura debe estar optimizada para SEO, de forma que las búsquedas transaccionales se correspondan con categorías y productos, y las informativas con las publicaciones del blog (si tienes uno).
Los menús deben ser prácticos
Es importante categorizar los productos de manera lógica y ofrecer filtros para facilitar la búsqueda.
Crea una estructura lógica, que sea fácil de navegar
Tus clientes deben poder moverse por ella de forma intuitiva y encontrar lo que buscan de manera sencilla, en no más de 2 o tres clics.
Presta atención al interlinking
El enlazado interno juega también un papel vital en tu e-commerce.
A través de productos relacionados o complementarios, puedes guiar a tus visitas en su navegación y enriquecer su experiencia, a la par que mejoras tus tasas de conversión o incrementas el ticket medio de compra.
11. Tu buscador no funciona bien
Abrimos melón con los buscadores de los sites.
Si el cliente sabe lo que quiere, recurrirá al buscador de la web.
¿Qué es lo que pasa muchas veces?
Que las búsquedas ofrecen resultados que no tienen nada que ver con la intención del usuario, o no entienden lo que dicen si escriben mal la palabra…
Asegúrate de que tu buscador funcione de manera óptima y cuente con filtros que permitan a los clientes afinar y especificar en detalle su búsqueda.
12. No utilizas breadcrumbs
En las tiendas online son especialmente útiles las breadcrumbs o migas de pan, ya que mejoran la navegabilidad y usabilidad web.
Por ejemplo, si un usuario visita una de tus páginas de producto, las migas de pan podrían ser algo así: Inicio > Ropa > Hombres > Camisetas.
Las migas de pan indican que comenzó en la página principal (Inicio), luego fue a la sección de Ropa, después a la de Hombres, y finalmente llegó a Camisetas.
Esto ayuda al usuario a entender cómo ha llegado hasta ahí y le permite volver fácilmente a las secciones anteriores haciendo clic en ellas.
Gracias a las breadcrumbs, tu visita siempre sabe dónde está y se mueve entre categorías y productos como pez en el agua.
13. El diseño y la accesibilidad es deficiente
La navegabilidad y el diseño comparten un objetivo común: ofrecer una experiencia positiva y práctica.
En lo que se refiere a diseño, la web debe contar con una jerarquía visual bien definida, jugar con los espacios para que textos e imágenes respiren, usar una paleta de colores adecuada, tipografías consistentes y legibles, siempre respetando la coherencia con la identidad visual de tu marca.
Por otro lado, es importante que trabajes dentro de tus posibilidades todos los aspectos de accesibilidad web.
14. No eres transparente
Seguimos sumando puntos para ganarnos la confianza de nuestras visitas.
Personalmente, cuando visito un e-commerce que es relativamente nuevo para mí, me fijo en estos aspectos:
- La tienda da facilidades de contacto por diferentes canales.
- La empresa tiene cara y ojos y los textos legales están en orden. Por ejemplo, en el aviso legal debe aparecer la identificación fiscal del vendedor, domicilio, email de contacto… Si no, malo.
- Si tiene una página de “Quiénes somos”, ¡punto positivo!
- Los términos y condiciones de venta reflejan con claridad aspectos como gastos de envío, política de devoluciones, etc.
15. Tu e-commerce no es seguro
La seguridad de tu sitio web es una condición innegociable.
Tomando estas medidas vas a construir un sitio web que no solo sea seguro y proteja la información de tus usuarios, sino que también promueva la transparencia y la confianza en tu negocio online.
- Utiliza un certificado SSL/TLS para asegurar las conexiones a tu sitio web. Esto es crucial para proteger los datos sensibles y generar confianza en tus usuarios.
- Mantén tu software, CMS (como WordPress), plugins y temas actualizados para proteger tu e-commerce de vulnerabilidades de seguridad.
- Usa contraseñas fuertes y considera implementar la autenticación de dos factores Cambia las claves con regularidad.
- Monitoriza periódicamente tu web para evitar el malware o tráfico sospechoso.
- Haz copias de seguridad.
- De nuevo, el hosting tiene un papel esencial en la seguridad de tu sitio web. Elige un proveedor que apueste por la seguridad y te proteja de ataques maliciosos.
Páginas de productos tristes, pobres o copiadas de la competencia
En una tienda física, los clientes pueden tocar, mirar en detalle, probarse los productos, o preguntar al dependiente cualquier duda.
En el mundo digital todos nuestros esfuerzos deben centrarse en proporcionarles una experiencia que se acerque a esta sensación de seguridad que tienen en las compras offline.
Esto se consigue dando la máxima información posible, tanto escrita como visual, así como todas las facilidades que permitan vencer objeciones o fricciones.
Por eso aquí nuestra protagonista (y vendedora) será la ficha de producto.
16. Escasa o nula información del producto o servicio
La ficha de producto es el medio y la oportunidad para comunicarte con tus clientes. Aquí es donde les cuentas cuál es tu propuesta de valor y por qué deben elegir tu producto.
Esto pasa por explicar las características del producto en sí (tamaño, peso, material, etc.), pero también los beneficios que aporta.
Para ello, el copywriting será tu gran aliado.
Gracias a la escritura persuasiva podrás explicar y convencer a tus visitas de que eres la opción adecuada. Para ello es clave que conozcas a tu buyer persona, cuáles son sus puntos de dolor y motivaciones, y a partir de aquí, utilizar el poder de las palabras para persuadir e incitar a la acción (CTAs).
17. Contenido multimedia insuficiente o mal optimizado
- Poner una fotografía, o imágenes de baja calidad.
- Utilizar videos o fotografías sin optimizar o redimensionar que ralentizan la carga de la web.
Las imágenes y los videos van a ayudarte a que el usuario se visualice usando tu producto o servicio.
Muestra fotos de tu producto desde diferentes ángulos, y asegúrate de que las fotos son de calidad. Por otro lado, si puedes incluir videos mostrando cómo queda el producto, o cómo se utiliza, tendrás mucho ganado.
Eso sí, asegúrate de que las imágenes están debidamente optimizadas y redimensionadas, y los videos o están embebidos o deben pesar poco.
18. Ausencia de palancas de ventas
Pero, además, hay una serie de elementos que van a complementar, reforzar y enriquecer la experiencia de tu usuario.
- Los principios de persuasión de Cialdini como la urgencia (oferta de 24 h, otros usuarios también están viendo este producto…) o escasez (quedan pocas unidades) son recursos muy eficaces para dar el empujón final que tu cliente necesita.
Aunque no conviene abusar de ellos, usados de forma estratégica pueden mejorar notablemente tus ventas.
- También Cialdini y su principio de Consenso Social nos dice que tendemos a dar por válido lo que dice la mayoría.
Aquí entra en acción el poder de la prueba social, las reseñas, opiniones y valoraciones de otros usuarios, así como expresiones del tipo: el producto más popular, otros usuarios también compraron…
Son frases muy potentes por el mensaje implícito de aprobación o confirmación que conlleva: “no te vas a equivocar porque mucha gente ya lo ha comprado y lo recomienda”.
- Personaliza la experiencia de tus usuarios con el remarketing on site.
Ofrece recomendaciones personalizadas a tus clientes basadas en sus compras y búsquedas anteriores.
Otra opción son los productos relacionados para trabajar el cross-selling o el up selling (al mismo tiempo que el interlinking).
- Cuenta con un servicio de atención al cliente ágil, eficaz y en diferentes canales: chats, WhatsApp, email o teléfono. Lo importante es que el acceso sea sencillo.
De esta forma, tus clientes potenciales podrán resolver sus dudas con rapidez y continuar con su customer journey.
- Redactar una página de FAQ no solo va a reducir la carga de trabajo de tus departamentos de atención al cliente, también son recursos muy prácticos para los clientes.
Ayuda a los clientes a tomar decisiones de compra informadas de forma directa, sin tener que realizar gestiones extras.
Aquí tienes un ejemplo de cómo debe ser la ficha de producto perfecta, cómo recoge todos los elementos para generar confianza y persuadir al usuario.
19. Falta de stock y de gestión del mismo
Mantén el inventario actualizado para evitar la frustración de los clientes que encuentran su producto agotado. En el caso de que así ocurra, ofrece otras alternativas:
- Dale la opción de dejar su email para avisarle cuando lo tengas de nuevo en stock.
- Muéstrale productos similares que pueden ser de su interés.
20. Poca transparencia
- Sé transparente en las condiciones y términos de venta: gastos de envío, política de devoluciones…
Estos elementos son factores que influyen en la decisión de compra. Cuanto más claro esté todo, mayor confianza y más fluido será el proceso de decisión de compra.
Lo que los usuarios no soportan son las condiciones y gastos sorpresa.
- No esperes al checkout para mostrar tus cartas. Tu tasa de conversión te lo agradecerá.
21. Atención al cliente pésima
Ya hemos hablado de la importancia del servicio de atención al cliente. Es fundamental que esta atención sea multicanal e igual de eficiente en todos los puntos de contacto.
Hay muchas empresas que ofrecen multitud de canales, pero no todos son igual de resolutivos. Detrás de algunos chats o WhatsApp de empresa hay chatbots mal programados que solo acrecientan el descontento y la frustración del cliente.
Como en este ejemplo, en el que el canal de WhatsApp para resolver incidencias, te remite a otros canales.
La atención ha de ser exquisita siempre: antes y después de la compra.
- Antes, porque una resolución rápida de cualquier duda u objeción, te acerca a la decisión de compra. Con una respuesta tardía o inapropiada te arriesgas a que tu cliente se marche con la competencia.
- Del mismo modo, el servicio posventa es vital para obtener la satisfacción integral del cliente.
De este servicio depende la percepción final del cliente sobre nuestra marca. En función de la atención recibida, marcarás su predisposición a que vuelva a comprar, a la fidelización y a la recomendación. O no…
Proceso de compra y checkout complicado
El cliente ya ha superado la navegación, la ficha de producto y está decidido o a punto.
Llega el momento del checkout, una de las etapas más delicadas del proceso de compra, y en la que se suelen cometer un cúmulo de errores:
- Las opciones de pago son limitadas.
- Opciones de envío limitadas.
- Aparecen gastos inesperados.
- Los cupones descuentos o promociones no funcionan correctamente.
- No puedes modificar con facilidad la cesta de la compra.
- No se especifica el tiempo de entrega en ningún momento.
22. El proceso de registro es largo, con demasiados datos.
Partimos de la base de que el proceso de pago debe ser lo más simple posible para reducir el abandono del carrito.
Así que si obligas al usuario a registrarse, y además le pides demasiados datos, estás tentando a la suerte.
Lo ideal es ofrecer las dos opciones:
- Como invitado el proceso es más ágil. Es práctico para cerrar la compra rápido, cuando la persona no parece querer implicarse demasiado con tu marca.
- Sin embargo, no está de más ofrecer la opción de registro. Esta opción suele ser más beneficiosa para el usuario (panel personalizado, ventajas por registrarse…), pero también para el e-commerce, pues se abre una puerta a la fidelización.
23. Pocas alternativas para pagar
Ofrece diferentes alternativas de pago para eliminar objeciones al respecto.
¿Has dejado alguna vez una compra en el carrito porque solo podías pagar con tarjeta y en ese momento no la tenías a mano?
Y lo malo de esto es que a veces el usuario ya no vuelve.
24. Falta de opciones de envío
Lo mismo ocurre con las opciones de envío. Cuantas más facilidades pongas, más cerca estarás el sí: envío express, normal, recogida en tienda, en centros autorizados…
25. Tiempo de envío incierto o excesivo
Hay dos cosas que nos encantan a los consumidores: la inmediatez y la certeza.
Estamos acostumbrados a que el tiempo de espera sea entre las 24-72 horas. Y si puede ser mañana, mejor.
Si tu servicio necesita más tiempo, déjalo claro. No serás ágil, pero sí certero. Eso sí, te arriesgas a que compre en otro lugar con entregas más rápidas.
Por otro lado, si surge cualquier problema, ponte en contacto con tu cliente cuanto antes para comunicárselo. Si puede ser por teléfono, mejor que por email. Con este tipo de deferencia tu cliente sentirá que te preocupas por él, y restará importancia a la incidencia.
- En la misma línea, y un error habitual, es no facilitar al cliente la posibilidad de conocer el estado de su envío.
Cuanta más información facilites, más tranquilidad y seguridad generas en torno a tu marca. Con una experiencia de compra satisfactoria vas allanando el camino de la recurrencia y la fidelización.
Todos estos detalles y facilidades suman y constituyen una ventaja competitiva con la que desmarcarte de tus competidores.
26. Política de cambios y devoluciones poco ventajosa para el cliente
Quieres (y necesitas) que el usuario se sienta seguro con su decisión y con su experiencia de compra. Por tanto, pónselo fácil al cliente, tanto si cambia de opinión, como si la compra finalmente no le convence en algún sentido:
- Procura que las devoluciones sean gratuitas cuando el producto esté dañado, defectuoso o no cumpla con las expectativas del cliente.
- Ofrece diferentes métodos de devolución: enviar por correo, devolver en tienda, dejar en puntos de recogida específicos o solicitar la recogida en el domicilio del cliente.
- Si decides que el cliente asuma el coste de ciertas devoluciones, establece tarifas razonables.
No tener estrategia
Hay estrategias vitales para un e-commerce y sinergias que no puedes dejar pasar por alto.
¿Qué haces con las visitas que no te compran? ¿Y con los que te han comprado?
27. No implementar estrategias de captación de leads y clientes
Muchas personas que visitan por primera vez tu tienda no están listas para comprar. Por eso has de buscar la forma de que vuelvan o impactarlos por otros medios.
Se estima que de media una persona necesita de siete a nueve impactos en diferentes canales antes de comprar.
Y es ahí donde has de diseñar un plan que te permita impactar a tus usuarios desde diferentes frentes: redes sociales, social ads o Google Ads, remarketing, email marketing y marketing de influencers, SEO… Todo ello respaldado por una buena estrategia de contenidos.
Una estrategia efectiva para abordar esto es conseguir de algún modo el email de esa visita. ¿Cómo? Pues tentándole con descuentos, ofertas y experiencias exclusivas, contenido único, acceso a eventos, etc., a cambio de su dirección.
Si lo consigues, a través de tus newsletters puedes enviar contenido de su interés, mostrar tu Know-How, y poco a poco ir alimentando y construyendo una relación más sólida.
El email marketing es una estrategia vital para los e-commerces, pues te permite acompañar a tu buyer persona en todo el customer journey.
El email marketing te va a ayudar a: dar la bienvenida a nuevos suscriptores o clientes, a nutrir a tu lead, recuperar carritos, dar las gracias por la compra, promover el cross-selling, trabajar la posventa pidiendo feedback, reseñas o que te recomienden… Como ves, las oportunidades por este canal son inmensas.
En todo este proceso es interesante que te apoyes en un CRM para poder gestionar mejor la relación con tus clientes.
28. No activar estrategias de fidelización, retención y referral
Los datos hablan y nos dicen que cuesta hasta siete veces más captar a un cliente nuevo que retenerlo.
Y es que la retención y la fidelización son estrategias muy rentables porque te ayudan a disminuir el CAC o Coste de Adquisición de clientes y a aumentar el lifetime value (LTV).
Estas dos métricas son claves para cualquier tienda online que quiera ser sostenible en el tiempo.
Por si te lo estás preguntando, la diferencia entre retención y fidelización es que en la retención un cliente se queda porque le interesa, pero en la fidelización se queda porque quiere, lo cual es mucho más poderoso.
Por tanto, tu relación con el cliente no acaba con la venta. Un error habitual es creer lo contrario y echar a perder todo lo ganado.
Pero aún hay más.
Porque como he dicho, un cliente fiel está contigo porque quiere.
Eso significa que está más que satisfecho y dispuesto a recomendarte.
Y es aquí donde entra, de nuevo, la prueba social: conseguir que te valoren positivamente para que “contagie” a potenciales compradores y también para que te recomienden. Es decir, que tus clientes se conviertan en embajadores de tu marca y sean ellos los que te traigan nuevos leads.
Es lo que se conoce como referral marketing o marketing de recomendación y es una estrategia muy rentable, puesto que no tienes que comprar clientes en publicidad. Vienen a ti y, además, convencidos.
Falta de análisis y experimentación
29. No analizar los datos claves de tu e-commerce
Utiliza herramientas analíticas para entender el comportamiento del cliente y mejorar la experiencia de compra.
En un e-commerce, más allá de las métricas vanidosas como el número de visitas, debes comprender cómo se comportan tus visitas, y así desentrañar patrones de compra, detectar fricciones y cualquier información que te ayude a mejorar la experiencia de usuario y tu tasa de conversión.
En la medida que puedas, busca el feedback de tus clientes y practica la escucha activa. Envía encuestas de satisfacción, pide que valoren tus productos y el proceso; escucha lo que dicen de ti o te preguntan en las redes sociales. Todo este tipo de información de primera mano de tus clientes es una mina de oro.
Si además integras la analítica web con un CRM, podrás personalizar aún más la experiencia de compra e identificar oportunidades de venta cruzada y up selling, así como de mejora continua en tus procesos.
El análisis también incluye controlar el rendimiento de tus campañas de marketing.
Entender qué canales generan más tráfico y conversiones, y cuáles tienen el mayor retorno de inversión, es fundamental para optimizar tus esfuerzos y asignar recursos de manera más eficiente.
30. Conformarse con lo hecho y no experimentar
Y, sobre todo, no dejes de experimentar.
Una táctica clave en la experimentación es el uso de pruebas A/B. Esto implica comparar dos versiones de una página web o elemento de la misma (como un botón CTA, imágenes de productos, copy de las descripciones, etc.) para ver cuál genera una mejor respuesta de los usuarios.
Implementa el CRO (Optimización de la Tasa de Conversión).
El CRO es un conjunto de estrategias de marketing diseñadas para aumentar la cantidad de visitantes de un e-commerce que se convierten en compradores.
Aquí se trata de probar nuevas ideas, desde la disposición de los elementos en la página hasta las promociones y los precios, para ver qué funciona mejor con tu audiencia.
Este proceso implica trabajar diferentes técnicas y tácticas para optimizar el proceso de compra: desde el social proof, a implementar cuentas atrás para apelar a los sentimientos de escasez y urgencia, barras de progreso o remarketing en el sitio.
No se trata de aplicar todas estas técnicas simultáneamente, sino de seleccionar e ir probando un conjunto de ellas para identificar cuáles son las más efectivas en tu tienda online.
Estas pruebas deben ser continuas y sistemáticas para optimizar constantemente la experiencia del usuario y mejorar las tasas de conversión.
La experimentación pasa también por “jugar” con la segmentación de tu público, apostar por nuevas tecnologías, probar nuevas estrategias o canales, e incluso en procesos de trabajo como la logística o la atención al cliente.
Conclusión
Hemos dado un buen repaso a los principales errores que se cometen en un e-commerce y las soluciones para solventarlo.
Si has detectado que “pecas” con alguno de ellos, ponte manos a la obra. Y si estás en proceso de lanzar tu proyecto online, toma buena nota, para no caer en ellos.
¡Gracias! Tu comentario esta pendiente de ser moderado y será publicado en breve si esta relacionado con el artículo del blog. Comentarios sobre soporte o incidencias no serán publicados. En tal caso, por favor repórtalo directamente a través de
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